Blogia

Sapere aude!

Mínimos Filosofía. PAU 2006-2007.

   El 12 de junio del 2006 se celebró una reunión de la Comisión de PAU de Filosofía donde se modificaron parcialmente los autores cuyos textos hay que tratar específicamente en el curso 2006-2007, así como el temario de mínimos.

   Indico aquí los cambios, tal como aperecen en el acta, la cual puede consultarse en el enlace de Coordinación de Selectividad:

 

Los autores y sus textos para el curso 2006-07 son los siguientes:

1. PLATÓN: República, VII, 514a -521d
2. SANTO TOMÁS DE AQUINO: La Monarquía, Libro I, cap. 1
3. KANT: ¿Qué es la Ilustración?.
4. MARX: El manifiesto comunista, I: Burgueses y proletarios (hasta "Se forja un mundo a su imagen y semejanza")
5. NIETZSCHE: “Historia de un error” (Págs. 51-52). Libro: El crepúsculo de los ídolos. Alianza Editorial.

Los MÍNIMOS para la cuestión número 3 del examen de Selectividad quedan determinados para el curso 2007-08:

Filosofía antigua:

- El origen de la filosofía: paso del mito al logos (o explicación racional del cosmos frente al mito)
- La filosofía presocrática: características generales
- Sócrates y los sofistas: características generales
- Grandes rasgos de la filosofía platónica: la teoría de las Ideas. El Estado ideal y otros tipos de gobierno
- Aristóteles: el movimiento y las cuatro causas. Ética . Política.
- La filosofía helenística: características generales. Epicureísmo. Estoicismo.

Filosofía medieval

- El problema de la fe y la razón en la Edad Media
- Santo Tomás de Aquino: el problema de la existencia de Dios. La política.

Filosofía moderna

- Racionalismo: características generales.
- Empirismo: características generales
- El contractualismo: Locke. Hobbes. Rousseau.
- La ilustración: líneas generales.
- Kant: ciencia y metafísica en Kant. La ética formal kantiana.

Filosofía contemporánea

- Marx: la alienación. Materialismo histórico
- Nietzsche: crítica a la cultura occidental. El nihilismo y la muerte de Dios. El superhombre y la voluntad de poder.
- La teoría crítica de la Escuela de Frankfurt.

Que conste en acta que se mantendrán estos mínimos a la espera del nuevo currículo de la asignatura.

"Mientras" y "mientras que"

    Otro fallo habitual en vuestros exámenes es la confusión entre “mientras” y “mientras que.” Estas dos expresiones tienen un matiz de uso distinto. “Mientras” es sencillamente temporal: “Yo conducía mientras mi amigo dormía.” Aquí no expreso más que dos acciones que se daban simultáneamente.  Sin embargo, “mientras que” expresa una contraposición: “yo conducía mientras que mi amigo dormía.” Esta última expresión, según el tono con el que la diga, puede indicar que estoy algo enfadado con mi amigo, porque no me daba ni conversación.

Resumen de Nietzsche.

Resumen de Nietzsche.

    En este enlace podéis conseguir un resumen de Nietzsche para Selectividad. Recordad que conviene leerse bien el texto del Crepúsculo de los ídolos y que lo ideal sería pasarse por el IES para darle un repaso a los textos y ver algunas de las ideas más importantes antes del examen. Para cualquier duda podéis utilizar también la herramienta de "Comentar" de la web. Un saludo.

    Enlace de Nietzsche.

Aparte.

    Un fallo muy normal en vuestros exámenes es el de escribir “*a parte” (que está mal) en lugar de “aparte” (que es como se debe escribir.) Tened cuidado, porque es muy fácil de evitar y dada la frecuencia con la que empleáis la expresión puede hacer que bajéis la nota.

    Recordad: "aparte"

Día de Europa.

Día de Europa.

    El 9 de mayo se celebra el día de Europa. Es una fecha poco conocida, por lo tanto tampoco es muy celebrada. Ese día convendría leer textos sobre Europa, debatir sobre el tipo de sociedad que queremos, sobre la importancia de una unión entre estos países… La idea de Europa y la de la ciudadanía que puede surgir de ella ha sido importante para algunos filósofos, como Leibniz, Kant, Russell… Sin embargo, estos textos son poco conocidos. Quizá convendría rescatar estos apuntes del olvido y volver a hablar sobre ello.

 

    El 9 de mayo es el día de Europa porque en esa fecha, en París, se convocó a la prensa a las 6 de la tarde en el Salón del Reloj del Ministerio de Asuntos Exteriores en el Quai d'Orsay porque se iba a hacer pública una "comunicación de la mayor importancia". Las primeras líneas de la Declaración del 9 de mayo de 1950, redactada por Jean Monnet y comentada y leída ante la prensa por Robert Schuman, Ministro francés de Asuntos Exteriores, expresan claramente la ambiciosa magnitud de la propuesta. 

 

    Este es el comienzo del la propuesta lanzada por Robert Schuman, Ministro francés de Asuntos Exteriores, y que dio origen a la creación de la Unión Europea.

    "La paz mundial no puede salvaguardarse sin unos esfuerzos creadores equiparables a los peligros que la amenazan.
La contribución que una Europa organizada y viva puede aportar a la civilización es indispensable para el mantenimiento de unas relaciones pacíficas. Francia, defensora desde hace más de veinte años de una Europa unida, ha tenido siempre como objetivo esencial servir a la paz. Europa no se construyó y hubo la guerra.
    Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho. La agrupación de las naciones europeas exige que la oposición secular entre Francia y Alemania quede superada, por lo que la acción emprendida debe afectar en primer lugar a Francia y Alemania.

    Con este fin, el Gobierno francés propone actuar de inmediato sobre un punto limitado, pero decisivo."

 

Para leer el texto completo.

La división de palabras a final de renglón.

La división de palabras a final de renglón.

   

Un error corriente en los exámenes es el modo que tenéis de dividir las palabras a final de renglón. Las reglas no son demasiado difíciles y abajo os pongo un enlace directo donde la Real Academia Española explica brevemente cómo se hace. De cualquier modo, quizá el fallo más habitual es el uso que hacéis del guión al colocarlo debajo de la última letra (*filo  sofía), en lugar de ponerlo a media altura (filo- sofía)

   

No sé de dónde ha surgido esa costumbre, pero no es lo que recomienda la RAE, así que debemos tener cuidado.

   

Para saber más pinchad aquí.

'Comentar' y 'contar'

    Debemos tener cuidado al utilizar el verbo ‘comentar’ porque muchas veces lo usamos en lugar de ‘contar’ o ‘explicar’ como si fueran sinónimos, cuando no lo son. En los exámenes ponemos a veces “el autor comenta…” cuando deberíamos poner “el autor expone…” porque quienes comentamos somos nosotros, no el autor.

Así es como lo recoge el DRAE. 

comentar. (Del lat. commentāre).  1. tr. Explanar, declarar el contenido de un escrito, para que se entienda con más facilidad. 2. tr. Hacer comentarios (ǁ juicios o consideraciones). 

DRAE

Relación de Hobbes y Locke.

Relación de Hobbes y Locke.

El pensamiento político de Locke forma parte de la conocida tradición contractualista, la cual, como sabemos, entiende que la sociedad no es algo natural, sino que surge como fruto de un contrato que se establece entre los hombres (el modo de establecerse el contrato varía según los distintos autores.) El pensador contractualista más cercano a Locke y con el que polemiza en varios aspectos es el también inglés Thomas Hobbes.

Hobbes publicó en 1651 una de las obras políticas más famosas de la historia: Leviatán o Leviathan, cuyo título sugiere que el Estado es semejante a un monstruo gigantesco e invencible. El nombre “Leviatán” procede de un demonio que aparece en el Libro de Job, en La Biblia.

La teoría política de Hobbes parte de una consideración material del ser humano y del Estado; el hombre es un cuerpo natural y el Estado un cuerpo artificial. La  filosofía de la naturaleza y la filosofía política se ocupan de uno y de otro respectivamente. Hobbes se atribuye la paternidad de la filosofía política rigurosa, y se compara con Galileo que sería el padre de la física. Hobbes rechaza la idea aristotélica de la sociabilidad natural; para él no es más que el fruto de un acuerdo artificial, egoísta e interesado que persigue la seguridad personal y evitar el temor a los demás.

Al igual que Locke, Hobbes parte de la hipótesis del estado de naturaleza, en el cual el hombre goza de derecho a todo, ya que aunque reconoce la existencia de unas leyes naturales, estas leyes no pueden cumplirse sin un poder que obligue y que haga que se respeten de hecho los pactos. El hombre sin Estado se halla en una situación de “guerra de todos contra todos” debido a las tres causas naturales de disputa de los seres humanos: la competición, la inseguridad y la gloria. En el estado de naturaleza no tienen sentido los conceptos de “justicia” o “injusticia” por lo que nada puede ser injusto. En este estado tampoco puede existir propiedad. Las diferencias con Locke son más que evidentes en este sentido.

Esta consideración del estado de naturaleza como una situación de “guerra de todos contra todos” tiene como presupuesto un pesimismo antropológico bien conocido que Hobbes resume en la frase de Plauto “homo homini lupus,” es decir, “el hombre es un lobo para el hombre.” A pesar de esta maldad intrínseca, el hombre es un ser racional y busca el cumplimiento de las leyes naturales: búsqueda de la paz, renuncia de los derechos absolutos y cumplimiento de los pactos. De este modo logra evitar la catástrofe y se pasa a una situación de seguridad y de paz garantizada por el poder coercitivo de un tercero: el Estado.

El Estado para Hobbes es un hombre artificial, está compuesto por todos los individuos aunque el poder efectivo lo ostentan sólo unos pocos o uno solo. Este hombre artificial se instaura para defender al hombre natural que sin él estaría condenado a la guerra civil permanente, de este modo, si el Estado no logra garantizar el fin para el que se ha instaurado es legítimo eliminarlo e instaurar otro. A pesar de llevar el nombre de un monstruo, es comparable también a un Dios, según el propio Hobbes es “el dios mortal al que debemos, bajo el Dios inmortal, nuestra paz y nuestra defensa” (Leviatán, 2, 17)

Como vemos, Hobbes defiende una monarquía absoluta, mientras que Locke aboga por un claro parlamentarismo. Hay que hacer notar que Hobbes vive en la época de los Estuardos, donde la guerra civil no es algo muy distinto al estado de naturaleza que describe, mientras que Locke, como ya hemos visto, es un claro defensor de la causa whig, vencedora de la Revolución Gloriosa.

La teoría política de Hobbes es el paradigma de la política basada en la fuerza y en el temor de los ciudadanos al poder del Estado, su existencia, además, permite la existencia de los derechos individuales. Este planteamiento es bastante distinto de la postura de Locke: ejemplo del temor liberal al poder del Estado, que debe controlarse con la separación de poderes y cuya actuación debe estar ajustada a los derechos naturales de los hombres, previos a la institución estatal.

Kant y las excusas fáciles.

Kant y las excusas fáciles.

El Instituto es un sitio sorprendente, siempre ofrece oportunidades para reflexionar (recordad que la admiración es el origen de la filosofía.) Cuando parece que la Filosofía debería estar dictando sus últimas voluntades y preparándose para una muerte digna, la realidad nos demuestra que tiene una mala salud de hierro y que los viejos filósofos muertos están mas vivos que nunca. Vamos a ver qué nos dice Kant hoy.

Hay varios días del calendario escolar que los alumnos de 4º de ESO y de cualquiera de los cursos del Bachillerato se toman como si fuesen vacaciones, por el mero hecho de que están cerca de ellas y de que ya se han hecho los exámenes, acontecimiento considerado la meta de cualquier trimestre y que una vez alcanzado marca el inicio de una nueva etapa: el olvido. Estos días son las jornadas previas a las vacaciones de Navidad o de Semana Santa. Esta costumbre -a pesar de ser una tradición cuyo origen se confunde con el principio de los tiempos- es poco razonable, porque la educación no es sólo prepararnos para un examen, sino hacernos conscientes de la importancia de la responsabilidad que todos tenemos como parte de una sociedad, como individuos que construyen su vida en ella y esas otras cosas ante las que respondéis con ese gesto de la cabeza medio agachada medio inclinada.

Como quiera que sea, lo que resulta sorprendente es la excusa que se da para faltar esos días; esta es su fórmula: “si no va a venir nadie.” Esta sencilla frase condensa una de las excusas más perfectas que podamos imaginar. La forma completa es así: “No voy a venir a clase porque no va a venir nadie (si no, sí que vendría.)” No es por llevar la contraria, pero a mí me parece que la frase debería ser al revés, es decir; en lugar de “no venimos porque no va a venir nadie,” se tendría que decir: “no va a venir nadie porque no venimos.”

La excusa es fácil, tiene una efectividad más que contrastada y además es atractiva. Veamos: es fácil porque apenas cuesta aprendérsela, ha demostrado su eficacia en innumerables ocasiones para solicitar o justificar los horarios nocturnos de las juergas juveniles (la fórmula es: “si todo el mundo se queda hasta las seis”), por último, aunque quizá sea lo más interesante, es atractiva porque nos quitamos la culpa de encima y se la echamos a los de siempre: los otros. La excusa sería perfecta si no fuera por un detalle, es una falacia, porque los otros somos nosotros mismos, ya que todo el mundo utiliza la misma excusa.

Decía Kant que las personas se caracterizaban por su autonomía, que es la capacidad de poder tomar decisiones propias ¡y hacerlo! Esta capacidad nos diferencia del resto de los seres que, simplemente, no hacen eso. La lluvia, el viento del sur y el regreso de las golondrinas responden a otras razones. El bueno de Kant pensaba que actuar de forma autónoma era señal de que se ha llegado a la mayoría de edad, de que uno se atreve a pensar por sí mismo, de que se tiene criterio, de que se es dueño de uno mismo. Él decía que actuando autónomamente se dejaba atrás la heteronomía, es decir, el guiarse por las opiniones ajenas sin interiorizarlas. También creía que su época, la Ilustración, era la época de dejar atrás la minoría de edad de la humanidad y el comienzo de una nueva etapa donde las personas se atreviesen a pensar por sí mismas. Me imagino al bueno de Kant en el Instituto viendo cómo los alumnos mayores toman una decisión en contra de las normas más elementales de la educación como es el venir a clase y que además se justifica diciendo que se hace eso no por voluntad propia, sino “porque no va a venir nadie.”

Dejemos, por último, que hable él: “La Ilustración es la salida del hombre de su minoría de edad. Él mismo es culpable de ella. La minoría de edad estriba en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no yace en un defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia de él, sin la conducción de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la Ilustración.”

"En cuanto" y "en cuanto a."

Uno de los fallos de expresión más comunes en vuestros exámenes es la confusión entre las expresiones "en cuanto" y "en cuanto a." Estas son las indicaciones que proporciona la Real Academia Española sobre el uso de estas expresiones.

1.4.2. en cuanto. Posee distintos valores:

b) Antepuesta a un sustantivo sin determinante, funciona a modo de preposición y significa ‘como, en calidad de’: «Si la amenaza es de tal magnitud como para poner en peligro su vida y libertad en cuanto nación» (Navarro/DzMartínez Ética [Esp. 1997]). Puede aparecer seguida de la conjunción que: «El asunto le preocupaba bastante más, lo normal en cuanto que poeta humano» (SchzOstiz Infierno [Esp. 1995]). Es incorrecto el uso, con este sentido, de en cuanto a: «Las “ligas amateurs” tendrán como objetivo primordial el fútbol en cuanto a actividad humana destinada a la formación juvenil» (País [Esp.] 5.8.77); debió decirse en cuanto actividad humana.

1.4.3. (en) cuanto a. Locución preposicional que significa ‘por lo que se refiere a, en lo que respecta a’: «En cuanto a Pepita, siempre supo ejercitarse en la paciencia de mantenerse en un segundo plano» (Larreta Volavérunt [Ur. 1980]). Con este sentido, es muy raro hoy el uso de cuanto a: «Cuanto a medicamentos, aparte los vasculares, uso todos los apropiados para estimular el intestino» (León Cristo [Esp. 1941]).

RAE, Diccionario panhispánico de dudas, Madrid 2005.

http://buscon.rae.es/dpdI/html/cabecera.htm

Locke y los derechos naturales.

    Sabemos que para Locke el paso del estado de naturaleza a la sociedad civil se establece con el fin de garantizar los derechos naturales, especialmente el de propiedad, quizá por sus ideas liberales o por su idea de que la propiedad es la base de la misma libertad, dado que somos libres en cuanto somos dueños de nosotros mismos. Como quiera que sea, la sociedad civil debe garantizar esos derechos de los que habla Locke (vida, salud, libertad y propiedad) Ahora bien… cómo es posible que existan derechos antes de la sociedad civil (el Estado según la terminología actual) Esta pregunta “¿Qué es un derecho?” es aparentemente muy simple, pero no resulta nada sencillo contestarla. Incluso puede resultar algo molesta a veces, porque nos recuerda sus implicaciones políticas y la política no tiene buena fama ahora mismo.

    En clase han surgido algunas cuestiones interesantes: si algún país entiende que la educación o la sanidad no son un derecho sino un privilegio ¿diríamos que es justo o injusto no tener derecho a una educación digna o a un sistema público de sanidad? Muchos de vosotros dijisteis que sería injusto, lo cual es interesante, puesto que pensáis que existen derechos más allá de lo que dicta el derecho positivo (las leyes) Pero… ¿cómo es posible que existan estos derechos si no se recogen en leyes? ¿cómo existen? ¿cómo pensamos en ellos? Quizá haya que llegar a la conclusión de que la ética no es algo tan ilusorio como a veces pesamos, sino algo que tiene consecuencias muy concretas en nuestras vidas, desde un punto de vista personal y también social.

Criterios generales de corrección para las PAU.

Estos son los criterios generales de corrección que se siguen para los exámenes de Selectividad. 

A. Calidad de expresión:

  • corrección lingüística (ortografía, puntuación...)
  • utilización correcta de términos técnicos.
  • claridad y orden en la exposición.

B. Calidad del razonamiento:

     a) análisis.

  • captar la estructura formal.
  • reconocimiento del significado de los términos.

      b) síntesis:

  • relaciones entre la temática y la pregunta.
  • distinción entre ideas principales y subordinadas (conforme a la estructura del texto en cuestión)

C. Conocimiento de los contenidos conceptuales:

  • complejidad del nivel de exposición.

 

Como veis, se pide lo que hemos dicho tantas veces en clase: limpieza, claridad del escrito, buena ortografía, coherencia en las ideas... Recordad el concepto clave: "madurez académica"

El tiempo y el espacio.

            Hay un sempiterno asunto de queja en los exámenes que se condensa en un par de problemas: el tiempo y el espacio. Las famosas formas a priori de la sensibilidad kantiana son aquí algo mucho más palpable y se convierten en una refriega dialéctica en cuanto se ve que no da tiempo a acabar el examen o que nuestra forma de escribir no puede contenerse en tan pocos folios.

            El hecho es que el examen de Filosofía II en Selectividad dura exactamente una hora y media y que los folios de los que disponéis son dos y medio, es decir, cinco caras. En 2º de Bachillerato hemos de prepararnos para este examen, por lo que es razonable que hagamos los exámenes tal como se plantean en Selectividad. No tendría sentido examinarse de Tintín o del Principito, por mucho que sean más entretenidos que el Discurso del método y que sin duda de ellos se puede extraer alguna reflexión interesante, pero los autores que se estudian no son esos y el tiempo y el espacio del que se dispone tampoco son los que a nosotros nos gustarían. ¿Por qué es así? Ignoro los pormenores de la decisión, pero creo que el motivo fundamental es que así se genera un marco que garantiza la igualdad de oportunidades: todo el mundo tiene el mismo tiempo y el mismo espacio. A ningún delantero de la liga se le ocurriría decirle al árbitro: “¡Por favor! ¡Déjenos quince minutos más, si somos mejores que ellos! … ¡Jolín! ¡Quince minutos más y seguro que ganamos!” Lo lógico es que el árbitro le respondiese: “No dudo que ustedes sean mejores que ellos, pero hay que demostrarlo en noventa minutos, no en los que ustedes necesiten.” Si no discutimos el reglamento de la liga (al menos en esta cuestión), quizá tampoco tenga mucho sentido criticar el de la Selectividad. Seguramente ni el uno ni el otro son los reglamentos óptimos, pero de momento son los que están vigentes y “con estos bueyes tenemos que arar.”

Descartes, los animales y los autómatas.

            Hemos visto en clase que Descartes consideraba que los animales eran “autómatas muy complejos” dado que carecían de mente (res cogitans.) Según esta concepción, los animales detectan el dolor como un mecanismo de supervivencia; si nos expresamos con términos informáticos, podría decirse que según Descartes los animales están programados para evitar ciertos estímulos que podrían poner en peligro su vida. El filósofo racionalista considera que su dolor físico no implica sufrimiento ya que esto sería un contenido mental, algo característico de la res cogitans. Este argumento es criticado por los defensores de las corrientes que piden derechos para algunos animales, como el Proyecto Gran Simio y la Deep ecology.

            Algunos de vosotros preguntó en clase que cómo era posible que Descartes comparase a los animales con los autómatas, ya que parece que los robots son propios de nuestra época. Ya vimos que no es así. En Toledo hay una calle llamada la “calle del hombre de palo” debido a que -según algunos- por ella se paseaba un autómata de madera realizado por Juanelo Turriano, relojero de Carlos V, que “se paseaba ante el asombro y la perplejidad de la muchedumbre” de la calle toledana hasta que se caía, suponemos. Hay quien dice que esta historia es falsa, pero nos sirve para saber que en realidad la historia de los autómatas es más antigua de lo que suponemos. La pregunta que nos podríamos hacer es qué sucedería si construyésemos finalmente autómatas que fuesen como nosotros, ¿deberíamos dotarlos de derechos? Esta cuestión se plantea en la película de Ridley Scott, Blade Runner, basada en un libro titulado ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?de Philip K Dick (1928-1982)

            No nos olvidamos de los derechos de los animales; la pregunta sigue abierta. Además de los artículos sobre el Proyecto Gran Simio y la Deep ecology podéis leer una entrevista interesante que apareció en El País el 16 de marzo del 2006 sobre el lenguaje de los chimpancés y una entrevista a Savater donde habla un poco del tema.

Página de la UEx sobre las PAU

Desde aquí podéis acceder la página de la Universidad de Extremadura donde se encuentra la información oficial de las PAU en Extremadura.

 http://www.unex.es/unex/servicios/alumnado/funciones/selectividad/

Madurez académica.

Recordad que el examen de Selectividad es una prueba de “madurez.” Lo hemos repetido muchas veces en clase: ignoramos quién nos va a corregir el examen, no sabemos si preferirá “Tomás de Aquino” o el tratamiento de “santo Tomás,” sin embargo, lo que sabemos con certeza es que el corrector debe valorar la “madurez académica” de quien hace el examen de Selectividad. Os estáis presentando a una prueba para acceder al sistema universitario de uno de los países más desarrollados del mundo, lo cual no es cualquier cosa.

¿Qué consecuencias tiene esto? Podemos distinguir algunas: positivamente, esto implica que hay que conocer los contenidos mínimos del temario. Negativamente, que no se deben confundir los términos básicos (por ejemplo: teología y teleología) Algunos errores en la exposición de los contenidos pueden bajar mucho la nota porque le indican al corrector que en realidad no se sabe de lo que se está hablando, sino que se está repitiendo mecánicamente el resumen que hemos hecho del filósofo en cuestión.

Dentro de las consecuencias negativas hay un par de asuntos importantes que suelen ser motivo de queja (cada vez menos) cuando tienen el indeseado efecto de bajar la nota: la presentación y la ortografía. Es conocida la excusa del poco tiempo que hay para “acabar” el examen. Ante esto sólo cabe decir lo que también conocéis: todo el mundo tiene el mismo tiempo para “hacerlo.” Puede que alguien que sea calificado con un diez “acabe” antes que otro que obtenga un cinco. Otro argumento a favor de la ortografía es que es exigible que un universitario no sólo sepa expresarse con cierta elegancia, sino que escriba correctamente su lengua; por un lado, porque somos seres lingüísticos y el lenguaje es nuestra forma de habitar en el mundo y no pocas veces de defendernos en él. Por otro lado, porque una correcta expresión escrita generalmente significa que quien escribe es un buen lector; y por último, queridos alumnos, porque después de doce años de estudio tendríamos que haber aprendido a distinguir “echo” de “hecho.” Acerca de la presentación… es normal que se pida orden y limpieza en la presentación del escrito: el corrector no tiene por qué dejarse la vista para entender lo que pone, como tampoco debería encontrarse con tachones ni con asteriscos del tipo “construye tu propia aventura”

Bienvenido

  Este blog está dedicado a la asignatura de Filosofía II de 2º de Bachillerato. Sus destinatarios son los alumnos del IES Turgalium de Trujillo, pero dado el carácter de la materia y también las características de internet puede tener algún interés para el resto de los estudiantes de Filosofía II de Extremadura. 

  La intención del blog es únicamente educativa, por lo que ni la propia página ni los distintos textos o las citas que se incluyan tienen un interés lucrativo de ningún tipo.

  Esperamos que os sea útil a quienes tenéis que tratar de entender y memorizar unos contenidos que son prácticamente inabarcables en el periodo de un curso (quizá nunca lo sean).

 ¡Buena suerte! Seguimos por aquí.