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Sapere aude!

Madurez académica.

Recordad que el examen de Selectividad es una prueba de “madurez.” Lo hemos repetido muchas veces en clase: ignoramos quién nos va a corregir el examen, no sabemos si preferirá “Tomás de Aquino” o el tratamiento de “santo Tomás,” sin embargo, lo que sabemos con certeza es que el corrector debe valorar la “madurez académica” de quien hace el examen de Selectividad. Os estáis presentando a una prueba para acceder al sistema universitario de uno de los países más desarrollados del mundo, lo cual no es cualquier cosa.

¿Qué consecuencias tiene esto? Podemos distinguir algunas: positivamente, esto implica que hay que conocer los contenidos mínimos del temario. Negativamente, que no se deben confundir los términos básicos (por ejemplo: teología y teleología) Algunos errores en la exposición de los contenidos pueden bajar mucho la nota porque le indican al corrector que en realidad no se sabe de lo que se está hablando, sino que se está repitiendo mecánicamente el resumen que hemos hecho del filósofo en cuestión.

Dentro de las consecuencias negativas hay un par de asuntos importantes que suelen ser motivo de queja (cada vez menos) cuando tienen el indeseado efecto de bajar la nota: la presentación y la ortografía. Es conocida la excusa del poco tiempo que hay para “acabar” el examen. Ante esto sólo cabe decir lo que también conocéis: todo el mundo tiene el mismo tiempo para “hacerlo.” Puede que alguien que sea calificado con un diez “acabe” antes que otro que obtenga un cinco. Otro argumento a favor de la ortografía es que es exigible que un universitario no sólo sepa expresarse con cierta elegancia, sino que escriba correctamente su lengua; por un lado, porque somos seres lingüísticos y el lenguaje es nuestra forma de habitar en el mundo y no pocas veces de defendernos en él. Por otro lado, porque una correcta expresión escrita generalmente significa que quien escribe es un buen lector; y por último, queridos alumnos, porque después de doce años de estudio tendríamos que haber aprendido a distinguir “echo” de “hecho.” Acerca de la presentación… es normal que se pida orden y limpieza en la presentación del escrito: el corrector no tiene por qué dejarse la vista para entender lo que pone, como tampoco debería encontrarse con tachones ni con asteriscos del tipo “construye tu propia aventura”

3 comentarios

adan y alberto -

hola juan carlos,no estamos seguro de la nota que sacaremos, pero hemos estudiado muxo y vemos mejorado las faltas, aver que tal nos sale el examen.hastaluego

2º BT -

las aventuras de nuestros examenes son bastantes emocionantes. laberinto sin salida. danos 20 minutos mas

María y xexu -

Hola Juan carlos estamos en tu clase ojeando tu página web por primera vez.Esta bastante bien,esperemos que nos sirva de ayuda en un futuro próximo,gracias